Alejandra Ortega, con pocos recursos, pero con mucho esfuerzo cumplió su meta de clasificarse a los juegos Olímpicos de 2024

Alejandra Ortega ha cumplido su meta de clasificarse a los Juegos Olímpicos de París 2024, tras tres años de arduo esfuerzo y sacrificio.

La marchista capitalina dejó a su familia y compitió con recursos limitados para asegurar su pase en la prueba de 20 kilómetros. Este logro representa su segunda participación en los Juegos Olímpicos, después de su debut en Río de Janeiro 2016.

El camino de Alejandra no ha sido fácil. Con un financiamiento limitado, tuvo que invertir las becas que recibe de la Conade y la Secretaría de Marina para competir y sumar los puntos necesarios para su clasificación a través del ranking.

A pesar de estos desafíos, su dedicación y perseverancia la llevaron a cumplir su objetivo. “Muy contenta y satisfecha con el último resultado en La Coruña, que me dio la confianza necesaria para lograr este sueño”, comentó.

El sacrificio ha sido una constante en la carrera de Alejandra. “Llegó un punto en mi carrera donde ya me quería retirar, especialmente después del ciclo de Tokio 2020 debido a la falta de apoyo y algunas lesiones. Sin embargo, superar estas adversidades me ha llenado de motivación y alegría”, afirmó.

Financieramente ha contado con el apoyo de la Secretaría de Marina, que le proporciona un sueldo mensual. Con ese dinero y la beca de Conade, ha podido solventar los gastos necesarios para competir en Polonia, Portugal y España, donde acumuló los puntos cruciales.

En París 2024, Alejandra tiene como objetivo mejorar su marca personal y posicionarse entre las mejores 15 marchistas del mundo. “El deporte tiene altas y bajas, pero he dado lo mejor de mí y estoy lista para demostrarlo en los Juegos Olímpicos”, concluyó.

 

Por Luis Martínez Alcántar.