
Diplomacia tasada en oro e inversiones, la fórmula que utilizan empresarios y políticos para sortear a Trump
El último ha sido una placa de vidrio con una base de oro de 24 quilates a manos del consejero delegado de Apple, Tim Cook, pero desde que volvió al poder, el presidente, Donald Trump, ha recibido un gran número regalos de parte de líderes tecnológicos y mandatarios que quieren alagarlo, mientras despiertan un debate sobre la ética política.
Y es que, tanto si son a modo de agradecimiento por haberles dejado fuera del impacto de sus políticas proteccionistas o si realmente constituyen una dádiva desinteresada, el valor económico de estos obsequios impide que pasen desapercibidos.
La placa que le regaló Cook, que según dijo, es un modelo único diseñado en Estados Unidos por un antiguo soldado americano que ahora trabaja en la compañía, podría estar valorada en miles de dólares, ya que sólo un gramo del pedestal de oro (del tamaño aproximado de un lingote) puede superar los 100 dólares.
El regalo llegó cuando Trump selló un acuerdo con Apple en el que se comprometía a aumentar hasta los 600 mil millones de dólares la inversión de la compañía en el país, después de haberles amenazado con imponer un arancel del “al menos el 25 %” si los iPhone no se fabricaban y se ensamblaban en Estados Unidos.