El lago de Pátzcuaro agoniza, ante la mirada pasiva de los gobiernos estatal y municipal de Michoacán

 La actual temporada de sequía y el saqueo de agua, el legendario y turístico Lago de Páztcuaro, en el estado de Michoacán, está tocando fondo, porque hay partes donde se nadaba o pescaba y hoy se puede cruzar gran parte de él caminando, a  pesar de las acciones de las autoridades estatales para protegerlo. 

Una prueba de ello es la comunidad de Jaracuaro, ubicada a unos 300 metros de la isla de Janitzio, donde anteriormente se nadaba o pescaba, pero ahora se puede cruzar una gran parte caminando. 

“Sí, tenemos todavía un poquito de agua y vamos a hacer todo lo posible por rescatar esta agua que nos queda con toda la voluntad que nosotros tenemos y con la voluntad que se unan las personas que puedan hacer algo por este lago, visitarlo”, señalan integrantes del Consejo Comunal entrevistados. 

Pese al despliegue de seguridad y las acciones del gobierno estatal, como la reciente creación de un comité para el rescate y defensa del lago, la situación en la parte poniente de Pátzcuaro es catastrófica. 

Hoy se aprecia que la zona navegable con peces fue sustituida por terrenos de cultivos de trigo, avena y haba, entre los que las camionetas se abren paso en medio de una tierra árida e inestable. 

“Yo lo único que recuerdo de aquí es que todo esto era agua. Yo me acuerdo cuando veníamos aquí y pues ahorita, esto que era el fondo del lago, ahorita son tierras de cultivo… Pues en parte me da tristeza porque prácticamente es el fin del lago, se está muriendo el lago y no podemos hacer gran cosa”, lamenta un integrante del mismo Consejo Comunal. 

La falta de lluvia y saqueo de agua, a través de pipas para cultivos irregulares y venta en comunidades aledañas, son las principales causas del estado actual de Jaracuaro, denuncian los comuneros y agregan que cada pipa de agua robada se vende hasta en 2 mil pesos. 

“Ahora, el tema del huachicoleo (de agua), que vean puerta por puerta, comunidad por comunidad, donde están, porque ya hay comunidades donde, por ejemplo, aquí en Puacaro, que pegan al lago y particularmente se meten a esa casa y se van hasta el agua a sacar y lo venden (al) particular. Es un negocio ahorita el agua, de 800 pesos está a mil 800 o hasta 2 mil pesos una pipa de agua; es un negocio, eso es lo que hay que ver”, sostienen los lugareños inconformes. 

En este tema, la Secretaría de Seguridad Pública Estatal asegura que gracias a los operativos en la zona se ha evitado la sustracción ilegal de 600 mil litros de agua al día. 

Incluso, ayer informaron de la detención de una persona por presunto “huachicoleo de agua” para una huerta de aguacate y alimentación bovina. Sin embargo, el problema de la extracción de pozos continúa, aunque, a decir de las autoridades, “es legal”. 

 “Se extrae agua de pozos de manera legal, desde luego. Lo que encontramos es que no tienen un documento que los acredite que extrajeron agua del pozo. Obviamente, si vemos una cisterna circular por el rumbo de Erongaricuaro y San Jerónimo, pues se pregunta uno qué anda haciendo por ahí”, argumenta de manera contradictoria la autoridad estatal. 

Además, a causa de la falta de turismo, por el nivel de sequía de esta parte del lago, los artesanos de Jaracuaro reportan bajas ventas de sus productos, por lo cual insisten a las autoridades estatales a que volteen a ver las necesidades de esta comunidad. 

Los comuneros aseguran que con un poco de inversión, maquinaria y mano de obra, todavía hay la esperanza para que en esta región de Jaracuaro y, sobre todo, de manera general, en Pátzcuaro, se pueda retomar la vida del lago y poco a poco pueda volver a ser ese punto emblemático y atractivo turístico de Michoacán. 

Nota de Abel López Jiménez.