ENERO Y JUNIO: LOS MESES MÁS MORTALES EN MÉXICO

Por Luis Martínez Alcántara

CIUDAD DE MÉXICO.- Los meses de enero y junio se destacan como los períodos con mayor mortalidad, según un reciente estudio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Durante estos meses, las muertes se incrementan notablemente, y entre las principales causas se encuentran enfermedades crónicas, accidentes y violencia. Las estadísticas revelan que en enero, el número de decesos se eleva un 20% en comparación con otros meses, mientras que en junio, la cifra también muestra un aumento significativo, lo que sugiere patrones estacionales en la mortalidad.

El análisis del INEGI indica que las condiciones climáticas y los factores socioeconómicos juegan un papel crucial en estas cifras. Por ejemplo, el frío extremo de enero puede agravar enfermedades respiratorias, mientras que el calor intenso de junio contribuye a problemas de salud como golpes de calor y deshidratación. Además, el impacto de la violencia en el país se hace más evidente en estos meses, lo que también contribuye al aumento de las tasas de mortalidad.

En términos regionales, la Ciudad de México reporta la tasa más alta de mortalidad, lo que refleja tanto su densidad poblacional como los desafíos en el acceso a servicios médicos adecuados. En contraste, Baja California Sur presenta la tasa más baja de muertes. Este fenómeno podría estar relacionado con factores como el estilo de vida más saludable y una menor densidad poblacional en comparación con la capital.

El estudio del INEGI también destaca que las muertes por causas externas, como accidentes y homicidios, son más prevalentes en estas épocas del año. Esto resalta la necesidad de implementar políticas públicas efectivas que aborden tanto la prevención de enfermedades como la seguridad pública. La interrelación entre salud y seguridad es fundamental para reducir estas cifras alarmantes.

El informe del INEGI subraya la importancia de seguir monitoreando estas tendencias para desarrollar estrategias adecuadas que puedan mitigar los picos de mortalidad en enero y junio. La recopilación continua de datos permitirá a las autoridades tomar decisiones informadas para mejorar la salud pública y reducir el impacto negativo en la población mexicana.