GOBIERNO DE CALIDAD/ El nuevo héroe corporativo, el CIO

Por Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista y director general de Gobierno de Calidad, consultoría de políticas públicas.

En nuestra era, el responsable de manejar las tecnologías de información en una empresa (CIO) se trasmuta a una especie de todólogo y guía. Es un profesionista clave en la subsistencia y crecimiento organizacional.

Hoy los líderes digitales deben vincularse con un ecosistema de socios proveedores, startups y otras organizaciones para garantizar que la empresa prospere. Esto es clave para competir en una era digital en rápido movimiento y transforman la TI en innovación empresarial.

Esto implica comprender perfectamente lo que el negocio necesita lograr, y eso requiere ir más allá de los confines de TI.

Entonces, si alguien que no entiende de negocios, derecho, finanzas, recursos humanos y auditorías, no puede convertirse en un CIO, porque su trabajo se trata de todas esas cosas.

Escuchar atentamente las conversaciones empresariales permite encontrar respuestas a las grandes preguntas. No en vano, el 69% de los líderes tecnológicos globales son miembros de la junta operativa o del equipo de gestión ejecutiva.

Después de muchos años de intentar, y a veces fracasar, convencer a los colegas de C-suite sobre el papel crítico del liderazgo de TI, los CIO ahora son vistos como iguales a algunos de sus colegas senior establecidos desde hace mucho tiempo en la C Suite, como los jefes financieros (CFO) y de operaciones (COO).

Entonces el consejo habitual a los CIOs es: “Sal de tu oficina. Ve a hablar con los clientes, con los empleados, con tus compañeros y los líderes fuera de tu organización. Simplemente sal y habla con la gente. Sal de tu zona de confort y acepta el hecho de que no lo sabes todo, y eso está bien. Construye una visión completa y aprende de los errores y éxitos de otras personas”.

El CIO debe pensar en cómo se puede fomentar una red de innovación: A menos que entiendas hacia dónde se dirigen los mercados, ¿cómo puedes estar seguro de implementar las tecnologías adecuadas para el negocio?

Asimismo, se debe entender cómo encaja la tecnología en la estrategia organizacional más amplia. Y los CIO que no se conviertan en facilitadores de negocios serán obsoletos muy rápidamente.

En suma, la reinvención del CIO ya no puede postergarse. Debe entender la operación y trascendencia de cada área de negocios, saber la gestión de toda la organización y puesto de trabajo. El CIO de nuestra era es un estratega de negocios, no alguien pendiente del Firewall.

La heroicidad del CIO, en suma, está articulada en su capacidad de servir y habilitar mayor eficiencia y rapidez en cada puesto de trabajo. No representa una solución en si mismo, sino un facilitador que permite la planeación estratégica a largo plazo al optimizar el desempeño en las tareas rutinarias del día a día.

Por ello, la implicación más trascendente en el CIO es conocer perfectamente qué hacen y para qué los miembros de su organización. Sólo así su rol se volverá trascendental y relevante.

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