Por Luis Martínez Alcántara
La Selección Mexicana dirigida por Javier Aguirre iniciará su camino rumbo al Mundial 2026 con un partido amistoso contra el Inter de Porto Alegre. El encuentro se llevará a cabo el jueves 16 de enero a las 18:00 horas (tiempo del centro de México) en el icónico Estadio Beira-Rio, ubicado en Porto Alegre, Brasil. Este duelo marca el inicio de una mini gira por Sudamérica que incluirá también un enfrentamiento contra River Plate en Argentina.
El “Vasco” Aguirre ha convocado a un equipo alternativo compuesto principalmente por jugadores de la Liga MX, ya que la fecha no corresponde a un periodo FIFA y no se pudo contar con los futbolistas que militan en Europa. La lista inicial sufrió algunas modificaciones, con las bajas de Luis Romo, Jesús Orozco Chiquete y Jesús Angulo, quienes fueron reemplazados por Roberto Meraz y Gustavo Sánchez, ambos del Mazatlán FC.
El Inter de Porto Alegre, conocido como el “Colorado”, es uno de los clubes más laureados de Brasil. Fundado en 1909, cuenta en su palmarés con tres títulos del Brasileirao, una Copa de Brasil, un Mundial de Clubes, dos Copas Libertadores y una Sudamericana, entre otros logros. El equipo local buscará aprovechar su condición de local en el Estadio Beira-Rio, un recinto con capacidad para 50,128 espectadores que fue remodelado para la Copa Mundial de 2014.
Este partido representa una oportunidad única para que los jóvenes talentos mexicanos se midan ante un rival de jerarquía internacional. Además, servirá como preparación para el Mundial 2026, evento en el que México será uno de los anfitriones junto a Estados Unidos y Canadá. El encuentro permitirá a Javier Aguirre evaluar el desempeño de jugadores que normalmente no tienen la oportunidad de vestir la camiseta del Tri.
Los aficionados mexicanos podrán seguir el partido a través de las transmisiones de TUDN y TV Azteca. Este duelo amistoso promete ser un espectáculo interesante, donde se enfrentarán dos estilos de fútbol diferentes: la garra y determinación del fútbol mexicano contra la técnica y el “jogo bonito” brasileño. Sin duda, será una prueba de fuego para el Tri en su camino hacia el Mundial 2026.