Por Luis Martínez Alcántara
El presidente Vladimir Putin recibió a importantes líderes internacionales en la cumbre de los BRICS 2024, que se celebra en Kazán, Rusia, del 22 al 24 de octubre. Entre los asistentes destacan Xi Jinping (China), Narendra Modi (India), Cyril Ramaphosa (Sudáfrica), y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. La cumbre, vista como un desafío a las sanciones occidentales, pretende demostrar que Rusia no está aislada en el escenario internacional.
Uno de los objetivos clave de Rusia en esta cumbre es expandir su influencia y afianzar su posición en un mundo multipolar, alejándose de la hegemonía occidental. Los BRICS, un bloque formado inicialmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, busca una mayor cooperación política y económica entre sus miembros. Durante el evento, se han discutido temas como la expansión del bloque, con la inclusión de países como Irán y Egipto.
Además, Putin resaltó la necesidad de fortalecer la cooperación en el comercio internacional, proponiendo la creación de un sistema de pagos que compita con el SWIFT, del cual Rusia ha sido en gran parte excluida por las sanciones impuestas tras la invasión a Ucrania. Esta medida se enmarca en los esfuerzos del Kremlin por reducir la dependencia del dólar en las transacciones internacionales.
En la cumbre también se abordan temas de seguridad global y política exterior, con un enfoque particular en los conflictos en Ucrania y Medio Oriente. Los líderes han reiterado su apoyo a un mundo más equilibrado y justo, en el que se promueva el multilateralismo y se eviten los conflictos armados. En este sentido, se ha hecho un llamado a poner fin a la guerra en Ucrania y se ha condenado la reciente escalada en Medio Oriente.
La presencia de Nicolás Maduro en la cumbre subraya la alianza estratégica entre Rusia y Venezuela. El mandatario venezolano ha aprovechado el foro para buscar un mayor acercamiento con las economías emergentes del bloque BRICS, lo que refuerza la posición de Venezuela en el contexto geopolítico internacional.
Con la cumbre aún en desarrollo, Rusia busca consolidar su liderazgo dentro del grupo y fortalecer las relaciones con sus aliados frente a la creciente presión occidental.