Maribel Guardia cierra ciclo: venderá su casa y trasladará las cenizas de Julián Figueroa a un nicho
Por Redacción:
Ciudad de México, viernes 12 de septiembre de 2025. Maribel Guardia confirmó que dejará la casa donde vivió con su hijo Julián Figueroa y que trasladará sus cenizas a un nicho en un recinto religioso, decisión que marca el cierre de una etapa de duelo de más de dos años. En entrevistas recientes, la actriz explicó que el hogar “ya es muy grande” para ella y su esposo y que es momento de mudarse; el plan de reubicar la urna —que desde 2023 permanecía en su vivienda— busca un sitio de descanso permanente y de fácil visita para su nieto.
La decisión llega después de que Guardia abriera las puertas de su hogar a un programa de televisión para mostrar los objetos que atesora de Julián y, en ese recorrido, adelantara que pondrá la propiedad en venta para mudarse a un espacio más pequeño. En paralelo, medios hispanos en Estados Unidos detallaron que ya eligió el nicho donde reposará la urna y que el traslado se hará en las próximas semanas; la actriz no ha revelado públicamente el templo para preservar la intimidad familiar.
Desde el inicio del duelo, Guardia había compartido con su audiencia cómo mantenía un altar con la urna y fotografías de su hijo, un gesto que ella misma mostró en 2023 y que con el tiempo ha ido transformando hacia un recuerdo menos doméstico y más espiritual. El paso de ahora dialoga con ese proceso: sacar las cenizas del ámbito privado y ubicarlas en un lugar de culto que permita visitas y oración para la familia.
El movimiento también se inscribe en un año de reacomodos personales y legales para la artista, que en los primeros meses de 2025 protagonizó, junto con su exnuera Imelda Garza Tuñón, episodios judiciales en torno al bienestar de su nieto; aunque aquellos procesos siguieron su cauce, la actriz ha insistido en privilegiar la estabilidad del menor y en bajar la exposición mediática alrededor de su vida privada. Este contexto ayuda a entender por qué el traslado de la urna y la mudanza buscan, según su entorno, un entorno más sereno para la familia.
En términos prácticos, el cambio de domicilio implicará despedirse de un espacio cargado de recuerdos —el mismo donde la actriz recibió las muestras de afecto del público tras la muerte de Julián—, mientras que el nicho permitirá una custodia institucional de los restos y un sitio de memoria más accesible para allegados. Con ello, Maribel Guardia intenta ordenar su vida entre la continuidad del trabajo escénico y televisivo y un duelo que, aunque menos visible, sigue presente en sus decisiones cotidianas.
