Obispo de Guerrero, Salvador Rangel, “perdona” a agresores y descarta presentar denuncias.

El obispo de Chilpancingo-Chilapa, Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, quien recientemente fue reportado como desaparecido y luego hallado en un hospital de Morelos, ha decidido perdonar a sus agresores y no presentar denuncias en su contra.

En un comunicado, el obispo expresó que, debido a sus condiciones de salud desfavorables y tras consultar con sus seres queridos, tanto del clero como laicos, ha tomado la decisión de no proceder legalmente contra aquellos que le causaron daño.

Salvador Rangel manifestó su perdón hacia todas las personas que le han hecho daño, así como a aquellos que lo revictimizaron debido a la desinformación circulante. Esta declaración llega después de su alta médica el 3 de mayo de un hospital privado en Cuernavaca, donde fue atendido tras su aparición en Morelos.

El caso de la desaparición y posterior localización del obispo tuvo ciertas contradicciones por parte de las autoridades. Inicialmente, se manejó la posibilidad de un secuestro exprés, pero luego surgieron versiones que indicaban que el obispo había ingresado voluntariamente a un motel con otra persona. Estas discrepancias generaron confusión en torno a lo sucedido con el religioso.

Las autoridades de Morelos, incluyendo al gobernador interino Samuel Sotelo y al titular de la Comisión Estatal de Seguridad Pública, José Antonio Ortiz Guarneros, han señalado que no existen evidencias claras de un secuestro en el caso del obispo Salvador Rangel. Según la versión oficial, no hay elementos contundentes que indiquen una privación de su libertad contra su voluntad.

El perdón ofrecido por el obispo Salvador Rangel y su decisión de no emprender acciones legales muestran una postura de reconciliación y superación de este episodio, a pesar de las contradicciones y especulaciones que rodearon su desaparición y posterior aparición.

 

Por Luis Martínez Alcántara.