Por Luis Martínez Alcántara.
CIUDAD DE MÉXICO.- En medio de la creciente violencia que afecta al estado de Sinaloa, el gobernador Rubén Rocha Moya pidió a los senadores de Morena que confíen en su gestión. Durante una reunión privada, Rocha Moya abordó los hechos recientes, como el asesinato del ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén y la captura de Ismael “El Mayo” Zambada.
A pesar de los señalamientos que buscan vincularlo con el crimen organizado, los senadores de Morena le brindaron su respaldo, asegurando que “tiene las manos limpias” y no debe renunciar a su cargo.
El vicecoordinador de la bancada de Morena, Ignacio Mier, fue uno de los principales defensores del gobernador, destacando que Rocha Moya no traiciona al pueblo ni a los principios de su movimiento. En contraste, Mier responsabilizó al exgobernador priísta Francisco Labastida Ochoa de la situación de violencia que Sinaloa enfrenta actualmente, señalando que los problemas de seguridad en el estado tienen su origen en administraciones pasadas.
Durante la reunión, los senadores de Morena reafirmaron su apoyo a Rocha Moya y destacaron su disposición a enfrentar la crisis. La senadora Lilia Margarita Valdez Martínez señaló que el gobernador dio la cara ante el Senado, lo que consideró un gesto importante. Valdez también expresó su confianza en que Rocha Moya está comprometido con resolver la violencia en Sinaloa y tiene “las manos limpias”.
A pesar del respaldo, la senadora Valdez manifestó su preocupación por la posibilidad de que la violencia en Sinaloa se extienda al “triángulo dorado”, una región conocida por la actividad del crimen organizado. Subrayó la necesidad de apoyar al gobernador para evitar que la situación empeore y afecte a estados vecinos como Durango.
Tras la reunión, el gobernador Rubén Rocha Moya se retiró del Senado sin hacer declaraciones públicas, pero con el respaldo unánime de la bancada de Morena, quienes confían en su capacidad para lidiar con la violencia en el estado y restaurar la seguridad.