Ya circulan teorías de un presunto fraude electoral maquinado que le dio la victoria a Claudia Sheinbaum y la candidata opositora Xóchitl Gálvez salió un día después de las elecciones a advertir que va a impugnar la elección federal por las numerosas anomalías detectadas y que van a exigir el “voto por voto, casilla por casilla” que hiciera famoso Andrés Manuel López Obrador.
¿También decidirán tomar Paseo de la Reforma para exigir la anulación de la elección como sucedió en el 2006?…
Hoy apareció una información en un post de El Sensei de la Política en la cuenta en la cuenta de X (antes twitter) @Inteligente001, donde se asegura que “los votos a favor de Xóchitl fueron cambiados a favor de Morena mediante una operación quirúrgica tecnológica hecha con inteligencia artificial. Me explico: en la urna tu voto fue para PAN, PRI o PRD y al momento de capturarlo en la computadora central del INE ya salían a favor de Morena y por eso tenía la seguridad de haber ganado”.
“Todo fue trabajo del grupo de cubanos comandados por un general cubano y la operación fue tan fina que dejaron a Xóchitl ‘atontada’ que aún no reacciona y hasta acepto sin chistar su derrota”, se asegura en la públicación.
Señaló que se trata de un equipo de operadores informáticos encabezados por el Dr. Raydel Montesino Perurena, quien ocupó el cargo de Rector y profesor titular de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), quienes habrían sido contratados por el gobierno desde principios del proceso electoral federal.
Señala que Montesino Perurena se graduó como ingeniero en telecomunicaciones y electrónica en la Universidad Tecnológica de La Habana (CUJAE) en el 2003, donde también obtuvo el grado científico de doctor en ciencias técnicas en el año 2013; además de cusar la especialidad en seguridad y defensa nacional en el Colegio de Defensa Nacional (CODEN) en el año 2016.
Agrega que en la UCI ocupó además las responsabilidades de Director de Redes y Seguridad Informática (2005-2013); y también fue Vicerector de Tecnología (2013-2016), y Vicerector Primero (2016-2021).
Los avestruces
Lo relevante también es que dos de los impulsores de la candidatura de la hidalguense Gálvez Ruiz, Alejandro Moreno Cárdenas y Jesús Zambrano, del PRI y PRD, están como los avestruces, cuidándose de no dar la cara ante la estrepitosa derrota y seguir nadando de a muertito.
Con la nueva aplastante derrota son partidos que ya no tienen razón de ser y su futuro próximo será la desaparición del mapa político por otro partido que muy probablemente encabezará la Marea Rosa con la cara de la sociedad civil organizada.
El primero, “Alito” Moreno, está cuidando el escaño plurinominal que ocupará sin merecer en la Cámara de Diputados; el segundo enfrenta un futuro incierto, sin nada.
El priísta no ganó una sola elección desde que llegó al liderazgo del tricolor, mismo que en 96 años de existencia, llegó por primera vez en esta elección federal sin candidata o candidato presidencial, pero lo más humillante de la realidad es que el PRI tuvo menos votos que Movimiento Ciudadano y hasta va a perder su registro en el estado de Tabasco.
Del perredista Zambrano Grijalva, ni hablar, también siempre vino de menos a menos y ahora la realidad los ubica en su lugar, pues con la pírrica votación nacional que alcanzó, de menos del 3 por ciento, lo más probable es que el partido del Sol Azteca pierda su registro. Nadie olvidará que el grupo de Los Chuchos (por Jesús Ortega) fueron los que hundieron al partido amarillo por sus ambiciones de poder y económicas.
Panorama difícil para la oposición
También hoy se da cuenta en diversos análisis el difícil panorama que enfrenta hacia el futuro la diezmada oposición que conforman el PAN, PRI y PRD, ante los resultados electorales de este 2 de junio, la cual sacudió el sistema de partidos políticos y, junto con sus simpatizantes, quedaron pasmados entre el enojo y la incredulidad.
Entre esos analistas se puede mencionar a Ernesto Núñez Albarrán, en cuya columna política Explicador Político que publica en el portal Pie de Página, plasma a detalle la realidad que ahora están viviendo esos partidos tras los resultados apabullantes de los comicios dominicales
Comenta que ahora hay simpatizantes de Xóchitl Gálvez promoviendo peticiones de “voto por voto, casilla por casilla” en la plataforma change.org, y convocatorias para que funcionarios de casilla suban fotografías de sus actas a un sistema de cotejo, lo cual habla del tamaño de la incredulidad y molestia ante la realidad electoral que vive ahora el país.
Iniciativas como #SubeTuSábana, que comienzan a activarse en redes sociales, muestran una situación paradójica: los opositores a la 4T desconfían del sistema electoral al que salieron a defender en las tres ediciones de la “marea rosa” previas a la campaña electoral de 2024, y de ahí han pasado de “el INE no se toca”, a “al INE se le impugna”.
Del disparate al clasismo
Los más de 35 millones de votos de Claudia Sheinbaum, la mayoría calificada que se prevé tendrán Morena y sus aliados (PVEM y PT) en la próxima Legislatura, su triunfo en siete de las nueve gubernaturas en disputa y la posibilidad de que López Obrador logre su plan C en su último mes de gobierno, son hechos desconcertantes que han generado múltiples reacciones entre los votantes de la candidata Xóchitl Gálvez.
Algunos dicen cosas que muestran, al menos, cierta falta de cultura democrática: “ganó la ignorancia”, “vamos camino a Venezuela”…
Otros señalan: “ganó la amenaza, la extorsión y la delincuencia organizada”, “todo es culpa de los esquiroles”, “va a continuar la deriva autoritaria”, “éstas fueron las últimas elecciones libres”.
Otras publicaciones rayan en el disparate y el clasismo, como una que circula en Instagram, y que dice: “a partir de hoy, ya no le daré propina al viene-viene, ya no le dejaré el 10 por ciento al mesero, ya no voy a darle al limpiaparabrisas, ya no voy a donar cuando haya un desastre natural o terremoto, ya no le voy a dar 10 pesos al cerillo del Súper aunque sea adulto mayor. Ellos votaron por Morena, que les ayude Morena”.
A partir de la sorpresa o la frustración, ahora se argumentan teorías de la conspiración, acusaciones de fraude o llamados que ponen el mundo al revés, como el de lanzarse a tomar Paseo de la Reforma para “limpiar la elección”.
Y también hay preguntas genuinas: ¿dónde quedó el descontento con un gobierno reprobado en muchas áreas?, ¿por qué no hubo un voto de castigo contra las malas políticas de salud, la fallida estrategia contra la violencia y la inseguridad?, ¿por qué no se votó en contra de “la militarización”?…
¿Dónde quedó el “voto oculto” en favor de Xóchitl Gálvez del que tanto hablaban encuestadores y dirigentes de la oposición?
Son preguntas que tratan de encontrarle una explicación al segundo tsunami electoral consecutivo con el que el lopezobradorismo ha reconfigurado el mapa político nacional.
Por Abel López Jiménez.