CIUDAD DE MÉXICO.- La Federación Mexicana de Fútbol decidió poner fin al contrato de Jaime Lozano tras el que consideraron “pésimo desempeño” de la selección en la Copa América 2024. En su lugar, llega Javier Aguirre, un veterano del fútbol mexicano.
Carlos Hermosillo, reconocido experto en fútbol, compartió sus reflexiones sobre este cambio y lo que debe hacer un Director Técnico para mejorar los resultados de la selección.
Hermosillo considera que es un error que Javier Aguirre haya aceptado regresar a la selección. “Es un error grave de mi amigo Javier Aguirre. Qué lástima porque otra vez cortamos un proceso,” comentó. La constante interrupción de proyectos y falta de continuidad en la dirección técnica es un problema que ha afectado al equipo nacional por años, y esta situación parece repetir ese patrón.
El experto advirtió sobre las expectativas irreales que se han depositado en Aguirre, mencionando que no existen los salvadores en el fútbol. “Todos apuestan a que Javier Aguirre puede ser un salvador. No existen los salvadores,” afirmó Hermosillo. Según él, la responsabilidad del éxito o fracaso no debe recaer únicamente en el Director Técnico, sino también en los jugadores y en los directivos que toman las decisiones.
Hermosillo subrayó la importancia de hacer responsables a los jugadores por su desempeño en el campo. “Ya hagamos responsables también a los jugadores, no nada más volteemos a ver al técnico,” enfatizó. También criticó a los directivos del fútbol mexicano, a quienes culpó por el estado actual del deporte en el país. “A los hombres de pantalón largo que creen que saben de fútbol y que cada vez nos tienen peor,” añadió.
Finalmente, Hermosillo plantea una pregunta inquietante sobre el futuro del fútbol mexicano. “¿Qué seguirá? ¿El siguiente en salir será Duilio? ¿Qué seguirá para nuestro fútbol?” Esta reflexión pone en evidencia la incertidumbre y preocupación sobre el rumbo que está tomando la selección nacional, sugiriendo que más cambios drásticos podrían estar en camino.
Por Luis Martínez Alcántara.