GOBIERNO DE CALIDAD/ Tres acciones que el CEO nunca debe delegar

Por Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista y director general de Gobierno de Calidad, consultoría de políticas públicas.

Una lección reiterativa en las clases de liderazgo es aprender a delegar y empoderar a cada uno de los miembros del equipo de trabajo. Sin embargo, las universidades y escuelas de negocios no enseñan lo que sólo el CEO debe efectuar.

Así, enumero tres acciones estratégicas que un líder empresarial jamás debe delegar:

Establecer metas altas. La perspectiva del futuro y a dónde se quiere llegar es la tarea fundamental del director general de la organización. Si las empresas esperan que el 50 por ciento de sus nuevos ingresos provengan de nuevos negocios, productos y servicios, deben apuntar alto.

El CEO tiene un papel desafiante que desempeñar para garantizar que los recursos dedicados a un nuevo negocio fructifiquen. Esto implica identificar una aspiración clara y establecer los objetivos ambiciosos, pero también específicos.

Ahora, los CEO no deben apegarse demasiado a un solo negocio, sino centrar su energía en desarrollar una capacidad de construcción de varios de ellos. Esto genera un promedio de 40 por ciento más de ingresos por cada nueva creación respecto a quien genera una opción empresarial por primera vez.

Preservar al nuevo negocio. Los CEO deben invertir lo suficiente y luego proteger ese dinero de los intentos inevitables de las partes interesadas para recuperarlo a medida que surgen problemas.

Para asegurar la independencia financiera del nuevo negocio, el CEO necesita establecer una fuente de financiamiento dedicada y protegida, así como un enfoque presupuestario ágil basado en etapas que pueden desbloquearse cuando el nuevo negocio alcanza ciertos hitos.

Los protocolos y procesos habituales pueden representar un peligro significativo para la reciente propuesta empresarial y requieren la intervención activa del CEO. Esto porque la nueva entidad necesita otros mecanismos de financiación y expectativas que no se vinculen con el ciclo trimestral de pérdidas y ganancias de una compañía.

Para garantizar que este modelo operativo sea práctico y efectivo, el CEO debe implementar un proceso de gobierno transparente y claro.

Equilibrar. El éxito de un nuevo negocio depende de encontrar el equilibrio adecuado entre la independencia de una empresa emergente y las ventajas relevantes del negocio existente.

Esta tarea inicia con la contratación del líder. El CEO necesita encontrar a alguien con no solo las capacidades empresariales y operativas para administrar el negocio, también debe tener las habilidades de influencia y colaboración que le permitan trabajar bien con aquellos que laboran en el negocio ya establecido.

El líder de nuevos negocios, asimismo, debería ser alguien que pudiera ser CEO de toda la compañía algún día. Asimismo, se debe encontrar la combinación óptima de talento interno-externo y se requiere la persistencia del CEO para comprender dónde están los bloqueos y romperlos.

Finalmente, la tarea que el CEO nunca debe delegar es comunicar perspectivas, éxitos, tropiezos y cambios de dirección. Comunicar es la médula espinal de la gestión. Y el CEO debe marcar tono y rumbo en ello.

 

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