La diputada Garci-Crespo, nada de política, mucho de robo

 

La Garci-Crespo pertenece a la ola de manzanas podridas de Morena

Con mucha cola que le pise, la diputada ensucia los nobles intereses que pregona su partido

 

Quizá Morena, por ser un partido “nuevo”, se formó con lo que nadie quería de otros partidos y con quienes ni siquiera tenían idea de lo que es legislar o la gestión política y administración pública. Morena agarró de todo un poco y en ese montón de inexpertos sobresale la diputada Olga Lucía Romero Garci-Crespo, quien no sabe nada de política, pero sí mucho de robo y que, desde el nombre, que realmente es Mónica Caballero Garci-Crespo, es un total fraude.

La funcionaria morenista gusta de adueñarse cuanta herencia ha podido, la de su padre biológico, don Edmundo Caballero Méndez, la de los Garci-Crespo, su familia materna, y ahora la de la empresaria Socorro Romero Sánchez. Adueñarse de una herencia que YA FUE ADJUDICADA y que intenta reclamar para sus bolsillos, llevaron a la Garci-Crespo a iniciar dos juicios en contra de la familia Celis Romero y de doña Estela Romero Bringas, heredera legítima, y sus hijos, Miguel y Alfonso Celis Romero. La funcionaria argumenta que es la defensora de la Señorita Socorro Romero, pero después de la reciente extorsión de la que fueron víctimas los hermanos Celis, y de que la diputada condicionara el cese de la demanda a una parte en las acciones de la compañía, sus verdaderas intenciones de robar lo que no es suyo, han quedado claras y la han dejado al descubierto.

Si a Morena le interesa seguir en las preferencias del electorado, tendrá que recurrir a una profunda limpieza de este tipo de elementos que lo único que hacen es entorpecer el trabajo de los demás, dar mala fama al partido y corromper a los demás elementos. Personas como la diputada Olga Lucía Romero Garci-Crespo, o, lo que es lo mismo, Mónica Caballero, le roban la paz mental a Morena. Feliz miércoles a todos.