PRI-sioneros

PULSO 

Eduardo Meraz

No es precisamente que los senadores priistas estén atrapados entre las redes de un poema; más bien son presos de sus propias ambiciones y las de sus dirigentes, dispuestos a olvidar lo mejor de su pasado, a cambio de 30 monedas -reelección, candidaturas, puestos directivos y sus consiguientes prebendas.

La declaración del senador yucateco Carlos Marín, cuatro años y medio después, sobre la conveniencia de haber contado con una coordinación rotativa de manera semestral, más que una medida innovadora, habla por sí sola de los apetitos individuales de los legisladores tricolores, por lo que representa ocupar ese cargo.

“Así es la dinámica parlamentaria”, argumentó el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno al postular que “los relevos, los cambios, siempre serán para bien y siempre lo impulsaremos” para trabajar juntos y en equipo, pero es una decisión que habrán de tomar las y los senadores de la República en esa junta”.

Más allá de la inminente destitución de Miguel Ángel Osorio Chong de la coordinación del grupo parlamentario del Revolucionario Institucional en la Cámara alta, somos testigos de la punta del iceberg de las profundas divisiones existentes al interior del nonagenario partido, cuya presencia ahora fantasmal ya no espanta ni a los más incautos.

En menos de una década el PRI pasó de ser un referente en la vida política del país a comparsa de otras fuerzas y por el ritmo que lleva es probable esté cerca su extinción, sobre todo por el abandono de sus bases y el agandalle de posiciones de quienes lo han encabezado en este periodo.

Sin valor ni coraje, sus militantes en gran parte del territorio han facilitado la expropiación del partido. Atrás quedaron el coraje y valentía que obligó a Manlio Fabio Beltrones a renunciar a la dirigencia tricolor por la pérdida de varias gubernaturas en 2015. Con el doble de derrotas en los estados, Moreno Cárdenas mantiene el liderazgo.

Sin políticos ni ideólogos de altura, el priismo de nuestros días muestra una incapacidad enciclopédica para plantear un proyecto serio y diferente que lo desligue del oficialismo; más bien, de manera acomodaticia, respalda iniciativas de Morena, poniendo en riesgo la alianza opositora.

Y no sólo eso, también han abandonado a los sectores que le dieron fortaleza, a su militancia y a importantes núcleos de población inconformes con el gobierno cuatroteísta.

Es obvio que las historias de vida de sus dirigentes los ha hecho vulnerables ante las presiones y chantajes provenientes de Palacio Nacional. Y no obstante esa debilidad, prefieren mantenerse dentro de la jaula de oro de las prerrogativas, incluso extendiendo la temporalidad del cargo, cuya legalidad se encuentra en litigio.

La prisión de la fama y la fortuna -no de ahora, sino desde endenantes-, en la cual se encuentran encerrados los principales liderazgos del Revolucionario Institucional, tanto a nivel nacional como localmente, los ha llevado a abdicar de principios y a convertirse en una pálida sombra.

He dicho.

EFECTO DOMINÓ

Ante la evidencia de los malos resultados de su mandato y la creciente sospecha de elevados niveles de corrupción en su grupo más cercano, el presidente totalmente Palacio Nacional ha decidido que es mejor “cucar” al Tío Sam.

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@Edumermo