En el país operan 175 organizaciones y bandas criminales actúan a nivel nacional y algunas en el ámbito local, siendo los cárteles de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación los grupos criminales con mayor poder y presencia en México.
De acuerdo con un informe de la consultoría en materia de seguridad Consultores A.C., titulado “Presencia del crimen organizado”, más del 80% del territorio mexicano se encuentra asediado por agrupaciones del crimen organizado.
Explica que la República Mexicana se extiende a lo largo de 1.96 millones de kilómetros cuadrados, de los cuales 1.59 están ocupados por al menos un grupo delictivo, lo que equivale al 81% del territorio nacional. Lo anterior significa que de los 2 mil 471 municipios contemplados en el informe, mil 488 tienen presencia de células criminales.
Con base en este análisis, se tiene conocimiento de que hay 175 organizaciones y bandas delincuenciales en México. Algunas operan a nivel nacional y otras llevan a cabo sus actividades ilícitas en el ámbito local, es decir, que sólo operan en una entidad.
El informe señala que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) es la organización del narcotráfico que tiene mayor dominio en el país, toda vez que sus operaciones abarcan 28 estados. En segundo lugar se ubica el Cártel de Sinaloa, con presencia en 24 entidades; el resto de las agrupaciones criminales actúa en 10 entidades o menos.
Se indica que la organización liderada por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, opera en Jalisco (su principal bastión) y otras 27 entidades, las cuales son: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Colima, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
Los únicos estados donde el CJNG no interviene son Sinaloa, Durango, Sonora, Coahuila y Campeche. Actualmente, las dos organizaciones criminales mantienen una férrea disputa por el territorio de Chiapas.
Mientras que el Cártel de Sinaloa, liderado por los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, conocidos como Los Chapitos y por Ismael “El Mayo” Zambada tiene dominio en los estados del norte y sur de México, en los estados de Sinaloa, su origen, así como en Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Coahuila, Colima, Durango, Estado de México, Guerrero, Jalisco, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
De manera contraria, los estados que se han librado del Cártel de Sinaloa son: Tamaulipas, San Luis Potosí, Guanajuato, Michoacán, Morelos, Querétaro, Hidalgo y Tlaxcala, donde dominan los cárteles de El Golfo y del Noroeste.
Las entidades donde actúa el Cártel del Golfo son: Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Zacatecas, Aguascalientes, Estado de México, Veracruz, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo.
En tanto que el Cártel del Noreste mantiene presencia en Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Zacatecas, San Luis Potosí, Veracruz, Tabasco y Morelos.
Otros, como la Familia Michoacana, organización liderada por los hermanos Johnny y Alfredo Hurtado Olascoaga, opera en el centro y occidente de México, principalmente. El informe señala que actúa en los estados de Michoacán, su base, así como en Guerrero, Ciudad de México, Estado de México, Morelos, Tlaxcala, Hidalgo.
Los Zetas realizan actividades en Coahuila, San Luis Potosí, Puebla, Oaxaca, Chiapas y Yucatán; Caballeros Templarios en Yucatán, Michoacán, Guerrero, Estado de México y Querétaro.
Los Beltrán Leyva han expandido sus actividades delictivas a los estados de Baja California Sur, Sinaloa, Guerrero y en Chihuahua como su base.
El Cártel de Caborca tiene presencia en Baja California Sur, Sonora y Quintana Roo.
El resto de las organizaciones criminales sólo intervienen en uno o dos estados, como es el caso de el Cártel Santa Rosa de Lima (CSRL) que opera en Guanajuato y Querétaro; el Cártel de Tláhuac en el Estado de México y la Ciudad de México, mientras que el Cártel de los Arellano Félix (CAF) hace lo propio en Baja California.
Nota de Abel López Jiménez.